Entrevista
a Yussel Dardón
1.- El año pasado
ganaste el Premio Julio Torri, ¿es aún tu existencia un filme de bajo
presupuesto?
Sí, por supuesto que
sí. Vamos, el premio tiene una caducidad económica bastante corta, sobre todo
con estos cambios de precios; de repente tienes dinero y bueno, lo primero son
las deudas y luego libros, películas, discos y hasta el final la ropa, es lo de
menos.
2.- Motel Bates es un
texto con un ritmo vertiginoso cuya lectura, historia tras historia, nos
recuerda a las puñaladas de la famosa escena de Psicosis, ¿por qué elegir este
estilo que se asemeja más a un corto cinematográfico y no una novela?
Cuando empecé a
escribir el libro tenía muy clara una idea, que era apostar por el ritmo.
Quiero escribir pequeñas historias con ritmo, hay oraciones cortas, largas,
cortas, largas. Siempre pienso en qué música quiero para un libro, cuando
empecé este libro pensé en un disco de Mike Patton y dije “quiero este ritmo”,
es muy complicado. Cuando escribí estas pequeñas estampas trabajé con el ritmo
de pregunta-respuesta, que me dijera algo. Así que empecé a armar una
estructura de acordeón, uno a uno, hasta que en medio queda el cuento “Extraños
en la noche” y en medio de ese cuento, la frase que define al libro. Una voz
ajena a todo el libro, como el director que da acotaciones. Me interesa el
vértigo de lo breve.
3.- Día a día la
literatura se nutre de nuevas y más variadas fuentes, una de ellas es el cine,
¿qué otro tipo de narrativas integras en tu escritura?
El cómic. Uno empieza a
ver cómics, novelas gráficas, que cada vez son hasta mejores que muchos de los
libros que se escriben actualmente, por ejemplo Watchmen o las historias de Neil Gaiman, con The Sandman. La música, las letras de canciones, las fotografías. A
mí me gusta este concepto de los instantes, pequeñas cosas que puedes ver, soy
como un fotógrafo de clóset y pues, ¿qué nos queda? Instagram nomás. Esas son
mis referencias; incluso las series de televisión, que incluso superan muchas
veces a la literatura, por ejemplo The Sopranos, Breaking Bad, que se destacan como joyas.
4.- ¿Eres el hombre que
sabía demasiado… de qué?
De echar a perder las
cosas. A veces uno empieza a llevar una línea vertical y hay una circunstancia
que la convierte en una cola de cochinito, que empieza a girar. Quizá es eso de
lo que sé demasiado, cuando pienso en esa película me siento como una especie
de espía, yo era ese hombre que sabía demasiado, cómo quería ver a estos personajes,
tanto que me di el lujo de andar matando a cada rato a Hitchcock; que si algo
tenía era que siempre había una especie de humor extraño en sus películas, así
que pensé en meter estos guiños.
5.- ¿Qué te da vértigo?
La soledad. De repente
enfrentarte a una situación de estar, pero no estar. Es algo que siempre me
mueve. Antes el vértigo era el temor a la bomba atómica, ahora tienes más temor
de que en la calle te salga un cabrón y te dispare, aparte de que estoy medio
paranoico.
6.- ¿Alguna vez te ha
obsesionado tanto una idea como al protagonista de La ventana indiscreta?
Sí, soy muy obsesivo
con los detalles. Hay una idea que me está rondando últimamente, qué ha
cambiado en la mirada del hombre contemporáneo para ver un accidente, un
muerto, y tomarle una foto o un vídeo y subirlo a YouTube. Recordemos el caso
de la mujer que tuvo un bebé afuera del hospital, todos hablamos de los
servicios de salud, pero ¿y el cuate que la estaba viendo? ¿Por qué no la
ayudó? Ahora todos queremos ser testigos de todo. Me acuerdo de una película de
George Romero en donde hay un montón de zombis y empiezan a matar a alguien y
le dicen a un personaje “oye, vamos a ayudarlo” y él dice “no, no, nosotros
sólo somos testigos”. Y pues, ay cabrón.
7.- Seguramente Freud
habría tenido mucho que decir de Norman Bates y su madre, ¿qué crees que diría
de tu libro?
Seguramente que la
tenía muy chiquita o que quería acostarme con un caballo. No sé, ese Freud
divagaba un poco, pero seguramente diría que tengo broncas serias.
8.- Además de
Hitchcock, ¿qué otros cineastas influyeron en tu forma de contar historias?
Jim Jarmusch por el
blanco y negro; Wes Anderson por los colores. Son los dos directores que más me
han marcado, junto con Romero. El mismo Tarantino, pero no sé qué tanto pueda
meter de él sin verme como haciendo una festividad.
9.- ¿Alguna historia de
moteles que gustes contar?
Alguna vez me contaron,
yo no la viví, me la contaron, sobre una pareja que está con la pasión, se
están trepando uno sobre el otro, una cochinada pues. Pasa el tiempo y al otro
día se dan cuenta de que las cortinas están abiertas. Están frente a la recepción
y seguramente tuvieron también su diversión. No quiero pensar mucho en ello,
pero puede que haya pasado.
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